Para conseguir el calor adecuado, debes poner un poco de pollo BBQ bien carbonizado en el horno; espesar la salsa primero completará la experiencia. Para empezar, debes asar el pollo en salsa solar, lo que ayudará a que quede crujiente sin exceso de humedad. Mientras se cocina el pollo, puedes reducir la salsa BBQ cocinándola a fuego lento en una cacerola a fuego medio-bajo durante unos 20 a 30 minutos. No lo reduzcas demasiado, ya que esto puede espesarlo demasiado y volverlo demasiado salado, pero una reducción del 25% al 50% funcionará muy bien. Luego, aplique la salsa espesa para una ronda final a fuego alto y obtendrá un acabado de barbacoa brillante y delicioso que resalta con un delicioso carbón negro.
Otra gran ventaja de separar la salsa y cocinar el pollo es que te brinda la oportunidad de mejorar tu salsa barbacoa para lograr la mejor combinación entre comodidad y sabor. Una vez que la salsa esté cocida, solo una pizca de vinagre, salsa inglesa o salsa picante puede hacer que los sabores resalten, incluso con perfiles de sabor demasiado salados o dulces. Agregar ajo o una mezcla de especias mientras cocinas la salsa puede agregar profundidad a las marcas que tienen una sola nota. Combine esos sabores intensos con la textura de una barbacoa crujiente y pegajosa y obtendrá un pollo verdaderamente digno de asar.