Un pequeño restaurante en México, de apenas tres metros cuadrados, ha obtenido por primera vez una estrella Michelin, batiendo el récord de ser la única taquería entre 18 negocios mexicanos en ganar el prestigioso galardón.
Una taquería de Ciudad de México ganó la primera estrella Michelin.
El Califa de León es la única taquería entre 18 restaurantes en ganar la codiciada estrella luego de ser incluida en la respetada guía por primera vez en México.
Aunque representantes de Michelin visitaron al jefe de cocina Arturo Rivera Martínez para entregarle una de las pesadas chaquetas de chef blancas de manga larga de la compañía, él no la usó.
Desde su pequeña cocina de tres metros cuadrados, el chef Rivera Martínez, recientemente galardonado con una estrella Michelin, ha estado haciendo exactamente lo mismo durante los últimos 20 años: comer carne.
En Tacos El Califa de León en la Ciudad de México, solo hay cuatro platos en el menú. Los cuatro son tacos de carne, cuya carne proviene de costillas, lomo o pierna de res.
El chef afirma que la clave del éxito del restaurante es la calidad de los ingredientes.
«No hay ningún secreto, nada especial. El secreto está en la calidad de los tacos, la carne, las tortillas, todo. No hay ningún secreto», dice Rivera Martínez.
Aparte de quizás un puesto de comida callejera en Bangkok, Tailandia, El Califa de León es probablemente el restaurante más pequeño en recibir una estrella Michelin.
Los precios son bastante altos para los estándares mexicanos: un solo taco cuesta alrededor de 5 dólares (4,60 €).
Pero eso no impide que esta taquería esté repleta de clientes de pie con platos de plástico y sirviendo salsa.
Uno de sus muchos clientes habituales, José Castaneda, está convencido de que es el mejor de la ciudad.
«Soy de la Ciudad de México y conozco muchas taquerías y ésta es muy buena. El sabor y el servicio son increíbles», dijo Castañeda.
La base de clientes más leales de El Califa de León proviene principalmente de políticos del antiguo Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuya sede está a unas cinco cuadras de distancia. Después de que el partido perdiera la presidencia en 2018, entró en declive constante y ahora es raro ver a alguien con traje en Takriya.
Pero éste no es el único cambio previsible. Aunque El Califa de León cocina lo mismo con sus técnicas tradicionales desde 1968, el dueño de la taquería reveló que el premio los impulsará a ser más innovadores.
“Nos tocó ser premiados, ser reconocidos en un premio internacional tan importante y más que nos comprometimos porque a partir de ahora este premio nos impulsa cada día a ser más competitivos, más originales y competitivos en todos los aspectos”, afirmó Mario Hernández Alonso. .
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