Puede que algunas cosas sean evidentes, pero por si acaso… La agencia alimentaria de Bélgica emitió una advertencia de salud pública al finalizar la temporada festiva el martes: No te comas tu árbol de Navidad.
El inusual mensaje llegó después de que la ciudad de Gante, un bastión ambientalista en la región norte de Flandes del país, llamara la atención al publicar consejos para reciclar coníferas en las mesas.
Señalando con entusiasmo ejemplos de Escandinavia, el sitio web de la ciudad sugiere que las agujas se pueden arrancar, escaldar y secar, para usarlas en la fabricación de mantequilla aromatizada, por ejemplo.
Cuando se les preguntó qué pensaban de la idea, la respuesta de la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria de Bélgica, AFSCA, fue un rotundo «no».
«El árbol de Navidad no está destinado a entrar en la cadena alimentaria», afirma en un comunicado.

«No hay manera de estar seguro de que los árboles de Navidad sean seguros para comer, ni para los humanos ni para los animales», dijo, señalando la posible presencia de pesticidas en la mayoría de los árboles cultivados para la temporada.